Moratalla es un municipio español perteneciente a la Región de Murcia, situado en Comarca del Noroeste. Su nombre originario según indican diversos autores proviene de época romana, concretamente del topónimo Murata tallea (la que está amurallada con palos). Su población (INE 2016) es de 8.145 habitantes.

Moratalla incluye varios espacios naturales protegidos e integrados en las redes ZEPA y Zona de Especial Conservación (ZEC), como la ZEPA de la Sierra de Moratalla (que comprende entre otras a la Sierra de los Álamos), o el ZEC de Revolcadores, el de la Sierra de Villafuerte y el de la Sierra de la Muela.


En el término municipal (compartido con el de Calasparra) también se encuentra la Reserva Natural de los Sotos y Bosque de la ribera de Cañaverosa, en el tramo en el que el río Segura atraviesa el municipio.3​ Dentro del curso del río Alhárabe, destaca así mismo tanto el paraje de la Puerta como el estrecho de Bolvonegro, protegidos como parte del ZEC de Sierras y Vega Alta del Segura, ríos Alhárabe y Moratalla, que también incluye un tramo del río Segura aguas abajo del embalse del Cenajo así como las sierras próximas. Otro cauce del término que está protegido mediante ZEC es el de la rambla de la Rogativa, que es un afluente del río Taibilla.

En las sierras abundan los jabalíes y pervive la cabra montés, al igual que el ciervo, especie que ha regresado tras unas décadas extinguido.4​ El entorno de los ríos Benamor, Alhárabe y Segura es particularmente rico, con presencia de nutria5​ y con buenas muestras de bosques galería. La gran mayoría de bosques de Moratalla son de pino (carrasconegral), con presencia no desdeñable de la carrasca o encina y ejemplares notables de sabina que han llegado a dar nombre a una pedanía (El Sabinar). 


Climatología

El casco antiguo de Moratalla tras una nevada invernal.
Moratalla posee un clima mediterráneo, matizado respecto a otras comarcas de la Región de Murcia, por su altitud media y situación geográfica noroeste, que le permite tener una media de precipitaciones, cercana a los 70 mm anuales más que la mayoría de las comarcas del centro y sur de la región. También posee una temperatura media alrededor de 2º o 3º menor al de dichas comarcas. En todo caso, la localidad tiene una temperatura media anual de 15,2º y unas precipitaciones de 368 mm anuales (datos aproximados), lo que conlleva una clasificación según Köppen-Geiger de clima BSk (estepario local). Los inviernos son fríos en comparación con otras zonas de la región y las nevadas frecuentes, pero no muy abundantes. En verano las temperaturas son altas y el clima seco.

El casco antiguo de Moratalla tras una nevada invernal.
Moratalla posee un clima mediterráneo, matizado respecto a otras comarcas de la Región de Murcia, por su altitud media y situación geográfica noroeste, que le permite tener una media de precipitaciones, cercana a los 70 mm anuales más que la mayoría de las comarcas del centro y sur de la región. También posee una temperatura media alrededor de 2º o 3º menor al de dichas comarcas. En todo caso, la localidad tiene una temperatura media anual de 15,2º y unas precipitaciones de 368 mm anuales (datos aproximados), lo que conlleva una clasificación según Köppen-Geiger de clima BSk (estepario local). Los inviernos son fríos en comparación con otras zonas de la región y las nevadas frecuentes, pero no muy abundantes. En verano las temperaturas son altas y el clima seco.

Historia

Prehistoria

En el municipio de Moratalla se encuentra más del cincuenta por ciento de las pinturas rupestres de toda la Región de Murcia. A aquellos primeros hallazgos de 1966 en los yacimientos denominados Cañaica del Calar y Fuente del Sabuco I, siguieron en 1979 los del adolescente Pedro Sánchez del cortijo del Rincón de Pedro Gurullo, con los abrigos Risca I-II; los del historiador Marcial García, en la Molata; el conjunto de Andragulla, por Anna Alonso, José Manuel Orts y Carmen Orts, 1984; la Fuente del Sabuco II, por Alexandre Grimal, en 1987; los de la Fuente de la Rogativa I-II, por Manfred y Katja Bader, también en 1987.
Panel de Arte Rupestre mediterráneo en Cañaica del Calar(Moratalla). Declarado Patrimonio de la Humanidad
Fue a partir de 1989, cuando se inició la campaña de prospección sistemática en este término, por A. Alonso y A. Grimal, que tuvieron continuidad en años siguientes, cuando los hallazgos se suceden de forma continuada hasta alcanzar un conjunto actual de cerca de 30 cavidades. La incorporación, en 2004, de otro nuevo yacimiento, obra del arqueólogo gandiense Javier Ros, en la zona del Molino de Capel, friso III, verifica, una vez más, la importancia de estos parajes para estas expresiones cultuales humanas.
Todas estas muestras se encuadran en el arte levantino (10.000 años antes del presente)-la expresión creencial figurativa de los últimos cazadores-recolectores epipaleolíticos- y en el Arte esquemático (6.500 años antes del presente), expresiones abstractas también del ámbito creencial de los grupos productores del Neolítico y Bronce. Los centenares de imágenes pintadas conforman un patrimonio absolutamente excepcional para Moratalla y valiosísimo de la capacidad intelectual humana, a la vez que magníficos "museos al aire libre"; de ahí que desde 1998 formen parte del Patrimonio de la Humanidad, bajo el nombre administrativo convencional de arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica.6
En 2007 se inaugura un Centro Regional de Interpretación de Arte Rupestre "Casa de Cristo".7​ La principal finalidad de este nuevo espacio, ubicado a seis kilómetros del casco urbano de Moratalla es conservar, dar a conocer y fomentar la puesta en valor del arte rupestre de la Región de Murcia. Centro que en enero del 2013 fue clausurado.
En el término municipal moratallero también destacan el denominado dolmen megalítico de Bajil, las tumbas argáricas y murallas calcolíticas del Cerro de Las Víboras (ca. 3000 a. C.), o el poblado íbero de Los Molinicos8​ (siglo IV a. C.).

Edad Media

Vista del castillo medieval de Moratalla.
La Alta Edad Media, y en especial el periodo tardorromano, es muy poco conocido en la historia de Moratalla. Sus territorios pasarían a dominio musulmán junto con el resto del sureste ibérico, en lo que por entonces sería una población de pequeña entidad. La plaza de Moratalla ya aparece nombrada en algunos tratados de geografía de la Cora de Tudmir.
En época de dominación musulmana, el rey de la Taifa de MurciaMuhammad ibn Mardanis, contó con el dominio de estas tierras, hasta que le fueron arrebatadas por su primo Yusuf Ibn Hilal. Tras este suceso comienza una nueva campaña para su recuperación, que le cuesta a Ibn Hilal perder uno de sus ojos, por negarse a entregarla pacíficamente.
Tras la Reconquista, Moratalla quedó incluida definitivamente en el Reino de Murcia, dentro de la Corona de Castilla, por el Tratado de Alcaraz (1243).
En 1245 se crea la encomienda de la Villa de Moratalla. Sin embargo. la población no se asentó de forma importante en el territorio, posiblemente influenciados por el miedo a las incursiones árabes de Granada.

Edad Moderna

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción cuya actividad edilicia más notable data del siglo XVI.
A lo largo del siglo XVI, Moratalla experimentó un importante crecimiento de la población tras la caída del reino Nazarí. En 1530, la villa contaba ya con 534 vecinos, una expansión que se mantendrá durante la Edad Moderna.
Durante este periodo, la agricultura y la ganadería serán la base económica de la localidad. Se comienzan a implantar nuevos cultivos, la ganadería toma peso y se hace más variada. La falta de agua en ocasiones supondrá graves problemas para ambos sectores. También en este momento comienza la explotación forestal maderera, que se convertirá en una actividad económica para la localidad.
La administración pasa a ejercerse en la Casa de la Encomienda, situada en la actual calle García Aguilera, perdiendo, por tanto, importancia en este sentido el castillo. Paralelamente se vivió una reorganización urbana con la creación de infraestructuras, como el trazado y definición de nuevas calles, la construcción de fuentes o la canalización de aguas.
Un problema constante será la administración de justicia, que dependerá de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real). La creación en Caravaca de la Cruz de un órgano similar no fructificará y durante bastante tiempo perdurará este problema. También en este momento se acometen las obras de ampliación de la Iglesia de Santa María de la Asunción, El templo gótico que había perdurado como único centro de culto de la población hasta el siglo XV es transformado en una iglesia de gran envergadura siguiendo los gustos y directrices de la arquitectura propia del arte del Renacimiento. También se acomete la construcción de otros edificios de culto, como el Convento de San Francisco en 1574, desamortizado en 1835.

Historia contemporánea

Casco antiguo de Moratalla en la actualidad.
Desde mediados del siglo XIX, la vida campesina resultaba muy dura por epidemias y crisis agrícolas recurrentes, fenómenos sociales como el bandolerismo y el caciquismo y la nula industrialización. Incluso a mediados del siglo XX apenas había industria y las malas comunicaciones mantenían a Moratalla aislada de las rutas comerciales, provocando una paulatina despoblación.
En la historia reciente del municipio, los hechos más relevantes han sido la construcción de la autovía del Noroeste, que ha puesto fin a una deficiencia crónica de comunicación; y el gran incendio de 1994, por el que ardieron más de 30.000 ha.
Vista del caserío medieval de Moratalla.
En el incendio de 1994 ardieron casi toda la sierra de La Muela, toda la sierra del Cerezo y los montes situados entre esta y el santuario de Nuestra Señora de la Esperanza, en Calasparra, a orillas del río Segura; salvándose la Sierra de Hondares. Diversos estudios constatan que se han regenerado parte de los pinares de carrasco que existían antes del incendio, sobre todo en las zonas de umbría, con alturas por lo general no superiores a 1 m, y solo se ha renovado por entero el bosque galería de la ribera del Segura. La zona de Las Murtas y otras extensiones semiáridas apenas se han recuperado, al igual que la vegetación de sabinar, que resulta característicamente dañada por los incendios.
En los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI, la pérdida de población se ha estabilizado, sin llegar a registrar datos positivos. En los últimos años se ha llevado a cabo la creación y mejora de algunas infraestructuras y se han buscados modelos para atraer al turismo cultural y de naturaleza, como nueva fuente de ingresos, aprovechando sus antiquísimos monumentos y los importantes parajes naturales que posee el municipio.














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